El Trabajo de las Escorts en el Renacimiento
El Renacimiento es conocido por el surgimiento de una nueva concepción del mundo respecto al ser humano, aunque en realidad se retomasen ciertos valores de la antigüedad que se habían perdido durante la Edad Media.
Esta transformación es apreciable incluso en El Trabajo de las Escorts, aunque debemos recordar que de todos modos, la sexualidad aún seguía siendo un tema “tabú” debido a la fuerte asociación entre los Estados y la Iglesia, aunque ésta ya no ejercía tanta presión sobre aquellos como en siglos anteriores. El Trabajo de las Escorts se continuaba observando como un “mal necesario” para satisfacer necesidades básicas de las personas, especialmente hombres, teniendo en cuenta el contexto histórico, aunque surge una nueva condición: no se podía ejercer con judíos, sino siempre con cristianos, especialmente en territorio español.
Hacia finales del siglo XV se endureció la visión negativa de El Trabajo de las Escorts. Un brote de sífilis en Nápoles durante el año 1494, que más tarde se extendería por Europa, podría haber tenido origen en el intercambio colombino. La presencia de otras enfermedades de transmisión sexual a principios del siglo XVI emergió la asociación entre escorts, plagas y contagio, causando la prohibición de El Trabajo de las Escorts y los burdeles por parte de las autoridades seculares. El derecho canónico definía una escort como " La escort era considerada una “puta…“una mujer promiscua, independientemente de elementos económicos y disponible para la lujuria de muchos hombres”. Se asociaba estrechamente con la promiscuidad.