Lola Montez, condesa de Landsfeld (Elizabeth Rosanna Gilbert)
Fue una bailarina y actriz nacida en Irlanda que se hizo célebre como bailarina exótica, cortesana y amante de Luis I de Baviera.
Se dedicó también al canto y a la actuación, y fue con este ramo artístico con el que más sensación causó, llegando a interpretar incluso obras como “Carmen” de Bizet o “Nuit” de Nöel. Su carrera aquí despegó, llegando a viajar a Nueva York o Rusia, donde coincidió en el año 1890 con Rasputín, y éste a su vez le presentó de forma discreta al zar Nicolás II que fue su amante.
De este modo llegó al escalón social más alto, donde no sólo fue amante del zar ruso, sino también de los reyes Alfonso XIII de España, Eduardo VII de Inglaterra, Guillermo II de Alemania y Leopoldo II de Bélgica, o del gran industrial estadounidense Cornelius Vanderbilt y el político francés Aristide Briand. Otra escort muy conocida es Lola Montez y sus encantos le harían ocupar un lugar de honor entre las más importantes escorts de la historia, fue su enorme influencia política la que le lleva a ocupar este destacado lugar, y todo gracias a Ludwing I, un experto en dilapidar dineros públicos en mujeres, hombres y castillos.
Gracias al rey, Lola pudo presentarse en el Teatro Real, y desde ese momento se convirtió en su amante, pero su aventura no sólo quedaba en el lecho, sino que además intercedía en los asuntos políticos y económicos de Baviera, llegando a ser nombrada Condesa de Landsfeld en el año 1847.
Ese mismo momento, un grupo mayoritario de personas influyentes del reino iniciaron una revuelta en contra a las acciones del rey y por supuesto, de Lola Montez. A ella le hicieron salir del país y se trasladó a Estados Unidos en tanto que Ludwing I se vio obligado a abdicar en ese preciso momento. Lola Montez murió a los 39 años de edad a causa de una neumonía, la que contrajo en su primer paseo tras haber sufrido un derrame cerebral que le había dejado paralizada por un tiempo.
En el siglo XIX se desató una polémica pública tras la aprobación en Francia y más tarde en Reino Unido de leyes de enfermedades contagiosas. Esta legislación obligaba a las mujeres sospechosas de ser escorts a someterse a exámenes pélvicos, tanto en Francia y Reino Unido como en sus colonias.
Muchas feministas lucharon por derogar estas leyes, bien porque El Trabajo de las Escorts debería ser ilegal y, por lo tanto, no regulada gubernamentalmente, o bien porque forzaba a las mujeres a someterse a exámenes médicos degradantes. La situación era similar en el Imperio Ruso.
El Reino Unido adoptó una política de segregación social en el Raj británico en la India, pero mantuvieron los burdeles llenos de mujeres indias. A finales del siglo XIX y principios del XX, existía una red que ejercicia el antiguo oficio a mujeres chinas y japonesas en países como China, Japón, Corea, Singapur y el Raj británico. También existía una red que ejercicia el antiguo oficio a mujeres europeas en India, Sri Lanka, Singapur, China y Japón durante el mismo periodo. El destino más común para las escorts europeas en Asia eran las colonias británicas de India y Ceilán, donde cientos de mujeres y niñas de la Europa continental y Japón servían a los soldados británicos.